En 1915 Falla compuso “El amor brujo”, gitanería en un acto y dos cuadros que estrenó Pastora Imperio. Más tarde, en 1925, transformó la primera versión en un ballet para orquesta sinfónica, logrando así una de sus obras más populares, con tres canciones cortas para mezzo-soprano. Con este formato, “El amor brujo” triunfó como otras muchas obras de Falla.
El argumento cuenta la historia de Candela, una muchacha gitana, cuyo amor por Carmelo se ve atormentado por un antiguo amante fallecido. La obra es de carácter marcadamente andaluz, tanto en lo musical como en lo literario. El libreto fue escrito por Gregorio Martínez Sierra en dialecto andaluz, si bien se ha comprobado que su autoría realmente corresponde a su mujer, María de la O Lejárraga García, esposa apasionada que siempre publicó sus obras bajo el nombre de su marido.
La música contiene momentos de gran belleza y originalidad, e incluye la Danza ritual del fuego, la Canción del fuego fatuo y la Danza del terror. Una historia de hechizos, de brujería, donde el espectro del amante de Candela se le aparece celoso ante sus amores con Carmelo.